Para el número 62 de la Calle Cuba, Proyecto Espacios propuso una instalación gastronómica para ser emplazada en el angosto y valioso espacio entre edificios dentro del casco histórico de La Habana Vieja.
Se trata de una estructura minimalista de hormigón que constituye el basamento, la cubierta y la tabiquería del área de servicios de un café donde disfrutar en un entorno tradicional desde un espacio arquitectónico que plantea una solución muy moderna. Ese contraste urbano resulta especialmente llamativo.
La estructura se compone de piezas en forma de cubo con terminaciones que «encajan» en sus formas rectas irregulares en una especie de puzzle que abarca la zona de servicios.
El mobiliario diseñado se basa, como la estructura, en las líneas rectas: bancos de hormigón y mesas semi rústicas de madera, junto a banquetas de madera y metal.
Por último, un elemento principalísimo lo constituye un jardín vertical al fondo de la instalación, acaso el único «ornamento», distinguible incluso desde la acera.