Los cinco proyectos finalistas de Design Havana, primer concurso de diseño de muebles e iluminación eco sostenible en Cuba, quedaron expuestas en la sede de la galería Lab.26 el pasado 10 de mayo, tras darse a conocer el premio que recayó en la pieza “Cosmos”, de Amalia Martínez Caballero.
Al concurso se convocó a diseñadores y arquitectos cubanos, estudiantes y profesionales, a presentar sus propuestas de diseño de iluminación y mobiliario ecológico, para uso residencial, hotelero y comercial para el mercado “verde”.
El jurado estuvo compuesto por el arquitecto y diseñador David Rockwell, fundador y presidente de Rockwell Group, firma global de arquitectura y diseño; Carlo Ducci, director de largometrajes, Vogue Italia y Casa Vogue, publicaciones Condé Nast; Gisela Herrero García, jefa de ONDi; Ilene Shaw, directora de Shaw & Co. Productions, líder de marketing de diseño con sede en Nueva York; Brent Sikkema, fundador de Sikkema Jenkins & Co., galería de arte contemporáneo en Chelsea NYC; Vilma Bartolomé, fundadora de Proyecto Espacios y LaB26 en La Habana; Giulio Vinaccia, consultor de diseño italiano y fundador de Vinaccia Integral Design.
El presidente del jurado y director ejecutivo de EcoArt Project de Nueva York, Pino Fortunato, afirmó que para seleccionar las mejores propuestas no solo tuvieron en cuenta la terminación de los prototipos presentados sino también el concepto que los presidió. “Todo lo que viene con la composición, el diálogo y el fundamento que lo respalda.”
Desing Havana es una iniciativa de EcoArt Project, el Cuban Artists Fund y la organización Art For Promotion, en colaboración con la Embajada de Italia en Cuba y la Oficina Nacional de Diseño (ONDi).
“Lo que más nos llama la atención –comentó Pino Fortunato a OnCuba– es que como país, Cuba tiene en sus manos la posibilidad de no cometer los mismos errores que el resto de nosotros, y saltarse las malas prácticas que se han cometido en los últimos 50 años en los países industrializados o en desarrollo”.
“El mundo capitalista está ahora expiando el daño infligido al entorno, buscando e implementando tecnologías y líneas de producción que sean más compatibles con el medio ambiente, pero todavía necesitará más de 50 años para ver algún resultado. Antes que Cuba cometa esos errores, tiene la oportunidad de ir directamente a una economía verde usando soluciones sostenibles en todos los aspectos de la industrialización, en la construcción de edificios inteligentes, en la implementación de sistemas hidráulicos, viales, transporte, en cualquier ámbito donde se pueda. Cuba debe considerar seriamente la inclusión de los más altos estándares de sostenibilidad en su modelo de apertura al mundo, para optar por la excelencia tecnológica a la que este país puede aspirar”.
Proyecto premiado:
“Cosmos”, de Amalia Martínez Caballero. Mueble multifuncional con lámpara intercambiable fabricado totalmente con una plancha de playwood.
Los finalistas:
“Franca y mogote”, de Adrián García Álvarez: Mesa y silla fabricada de mármol cubano con madera de haya.
“Tumbona de Hormigón Ligero”, de Jorge Gustavo González Boffil: Silla para exteriores hecha con madera de teca y placas de hormigón ligero.
“Cohn”, de Lisandra Buiria Sanabria: Lámpara a partir de recortes de madera caoba. Las letras del título de la pieza aluden a los componentes moleculares principales de la madera: Carbono, Oxígeno, Hidrógeno y Nitrógeno.
“Sit down”, de Osmay Manuel Cabrera Carrazana: Se trata de una butaca con librero construido con con 23 piezas de acero y 43 de madera, de las cuales 29 pueden ser tomadas de recortería.