Centro sociocultural La Colina en Regla: nueva propuesta de Proyecto Espacios

Regla, uno de los municipios de ultramar y el más pequeño en extensión de la capital cubana, acoge una población cercana a los 44 mil habitantes y abarca un territorio con una rica historia, originalmente conocido como Guaicanamar, voz aborigen que significa “frente al mar”.

La localidad, donde abundan instalaciones portuarias e industriales, hoy venidas a menos, se caracteriza por sus tradiciones culturales y religiosas. Los orígenes de la villa se relacionan con una ermita erigida en 1687 en la que se entronizó la Virgen de Regla, proveniente de España. 

A través de un proceso paulatino de sincretismo religioso, la advocación mariana se asoció a Yemayá, deidad del mar en el panteón yoruba. Cada 7 de septiembre se celebra allí su día y los fieles de esta virgen negra llegan ataviados de azul, su color, para rendirle homenaje y depositar flores blancas en el mar, alrededor del pequeño malecón de Regla.

A pesar de su relativo aislamiento físico del resto de la ciudad, esta pequeña localidad se ha desenvuelto desde su surgimiento como una villa culturalmente muy rica; cuna de grandes artistas, además.

No solo es conocida por el Santuario Nacional de la Virgen de Regla, edificado entre 1811 y 1818, sino también por el histórico Liceo Artístico y Literario fundado en 1878 y donde José Martí se dirigió a los liceístas en lo que pudo ser el primero y uno de los pocos discursos políticos que el Apóstol pronunciara en Cuba: “No sé qué tienen estas calles de Regla, que siendo empedradas parece que de ellas brotan flores.”

Desde la Colina

Otro de los lugares icónicos de la villa es la conocida Colina Lenin, un promontorio desde donde se consigue una vista panorámica de Regla, y más allá del mar se divisa también el resto de La Habana.

En 1924, a raíz de la muerte de Vladimir I. Lenin y por iniciativa del alcalde socialista de Regla, Dr. Antonio Bosh, la elevación fue renombrada como Colina Lenin y fue plantado allí un olivo, como monumento recordatorio a la figura del líder revolucionario ruso.

En 1984 la artista cubana Thelma Marin realizó una escultura en bronce del rostro de Lenin que se colocó sobre la roca en la colina. Alrededor se emplazaron figuras humanas que simbolizan la solidaridad con la Revolución de Octubre en Rusia.

Durante las décadas de los años 60, 70 y 80 se realizaron diversas intervenciones en la Colina Lenin, como la creación de un museo sobre la historia local, una plaza municipal para actos políticos y un círculo infantil, además de elementos de infraestructura como emplazamientos, accesos y escaleras para vencer los accidentes geográficos.

El paso del tiempo y el desuso de algunos de estos espacios conspiraron contra el lugar y a favor del deterioro

La propuesta

Como parte del proyecto Dinamización del Tejido Sociocultural de Regla, que cuenta con la cofinanciación de la Unión Europea y el apoyo de la ONG Movimiento por la Paz MPDL, las autoridades del municipio pidieron a Proyecto Espacios realizar una propuesta para la creación del nuevo Centro sociocultural La Colina.

Al encarar este objetivo, nuestro grupo se basó en una de las premisas que suele acompañarnos: la sumatoria y articulación de pequeñas intervenciones sobre un territorio puede llegar a cambiar ostensiblemente la dinámica social y la calidad de vida de sus habitantes.

Las dificultades económicas que ha atravesado Cuba de forma sostenida durante varias décadas ya, han surtido un efecto negativo duradero en la economía del municipio, eminentemente industrial, y todavía escasamente abierto al turismo, que es, con distancia, el sector más dinámico de la economía de la Isla.

La precariedad económica se detecta a simple vista en el deterioro físico de los inmuebles en Regla, y en la disminución de la cantidad y calidad de servicios públicos y de carácter social, entre ellos también los que se relacionan con el ocio y la difusión cultural y artística.

El Centro sociocultural persigue aliviar estas carencias beneficiando a toda la población, en sus distintos segmentos etarios, con opciones de consumo cultural, prácticas de juego y deportivas, nuevos espacios de socialización e integración social, capacitación y aprendizaje.

La propuesta del Centro sociocultural La Colina se fundamenta, además, en la necesidad de hacer a la población copartícipe en la gestión y sustentación a largo plazo de este programa. 

Por ello, la propuesta arquitectónica no se circunscribe a la postulación de un cambio físico del espacio sobre el que se actúa, sino que también intenta promover una significativa mejora de carácter social.

En la etapa de desarrollo conceptual del proyecto identificamos atributos que definen el perfil del territorio y los valores de su población. A partir de ellos se erige la propuesta:

Diversidad
Movimiento
Autenticidad
Tradición
Naturaleza
Inclusión
Historia
Sustentabilidad
Resiliencia
Cultura

Para dar respuesta al encargo del Centro sociocultural La Colina, nos propusimos una estrategia general basada en tres aspectos principales:

  • dinamizar las áreas exteriores,
  • reanimar los edificios existentes,
  • articular todos los sectores.

El proyecto se enfoca en una acción de reciclaje y reaprovechamiento, tanto de la infraestructura construida como de los recursos naturales y paisajísticos que nos encontramos en este espacio.

Para cumplir con la dinamización de las áreas exteriores se proponen varias acciones. A saber:

El área original de parqueo se restringe a favor de la creación de zonas de juegos y deportes donde se prevé el uso diferenciado para distintos grupos etarios. 

La intervención gráfica del pavimento refuerza la sectorialización y facilita la utilización para diversas prácticas: mientras los más pequeños saltan jugando al pon (la rayuela), los mayores encestan en el básquet, y los abuelos aprovechan el horario escolar para ejercitarse con tai chi chuan o yoga. 

Distintas áreas de juego y deportes, para niños pequeños de edad pre escolar, escolares y adolescentes y jóvenes.

Asimismo, se revitaliza y potencia la pequeña plazoleta y su estrado, espacio donde suelen celebrarse actos políticos y conciertos. 

La propuesta del Centro La Colina reafirma esas funciones y agrega, entre otras, la proyección de audiovisuales al aire libre. 

Se emplaza una gran pantalla e iluminación exterior para posibilitar la programación nocturna.   

Se incluyen también zonas útiles para ferias y ventas de variados artículos por parte de emprendedores y artesanos locales en las casetas adyacentes dispuestas con esta finalidad.

La explanada con estrado, área de proyecciones y casetas de venta al fondo.

En los bordes de la colina se prevé la habilitación de senderos para caminatas y espacios de estar y picnic, dentro de las zonas verdes, acondicionadas con mobiliario urbano. 

Los habitantes de los asentamientos más próximos podrían utilizar estos espacios para pasar tiempo en familia y en contacto con la naturaleza lo que significa un privilegio dentro de una zona urbana como esta. 

Espacios de estar y picnic.

La reanimación de los edificios existentes se basa en el rescate y refuncionalización de los dos elementos arquitectónicos enclavados en el lugar.

Se trata de un primer edificio donde reside actualmente un pequeño museo que aborda la historia de la Colina Lenin y algunos aspectos de la historia política de la localidad. Adicionalmente, existe allí una pequeña cafetería prácticamente en desuso y un área de oficinas. La segunda edificación es el antiguo círculo infantil.

Dentro de la propuesta, el primer edificio acogerá un centro de talleres de aprendizaje a los que se vincularán estudiantes y personas de distintas edades. Incluirá áreas destinadas a un taller literario, de danza-teatro, de artes plásticas y de nuevas tecnologías, donde los pobladores de Regla tendrán acceso a conocer y utilizar «cachivaches» modernos como computadoras, cámaras digitales, impresoras 3D. Se mantiene y potencia, también, una cafetería con sus espacios de servicio.

En este primer edificio aprovechamos la existencia de una estructura metálica en forma de pórticos para crecer los volúmenes existentes. El resultado es un edificio de patio central con un despliegue de espacios flexibles. Los cierres son permeables a la luz natural y a las brisas.

En esta y otras cubiertas quedarán emplazadas celdas fotovoltaicas para suministrar energía al conjunto a través de una fuente renovable, una acción coherente con el enfoque general del proyecto, centrado en renovar, aprovechar, reciclar; en la economía comunitaria, circular, sustentable y vinculada a las nuevas tecnologías.

Vista de acceso al primer edificio.
Vista del patio interior.
Vista del patio interior.
Zona de cafetería. Las mesas y sillas MARILÚ dominan este espacio.
Taller de danza-teatro, utiliza una pared plegable intervenida gráficamente, entre los espacios dedicados a una u otra manifestación artística.
Taller de Artes Plásticas. Los tableros sobre los caballetes ELVIA y las sillas ENOLA componen esta propuesta de mobiliario. El caballete ELVIA permite una altura regulable y una superficie de trabajo inclinada.
Taller literario. La gráfica en todos los talleres supone un diálogo con el arte urbano y los graffitis, muy presentes en las ruinas de este edificio en el momento actual.
Taller de Nuevas Tecnologías.

El segundo edificio, por su parte, estará dedicado a actividades culturales y comerciales que constituirán, en gran medida, las opciones para sustentar económicamente al conjunto.

La intervención en este antiguo círculo infantil se plantea abrir los espacios definidos por las naves a través de la eliminación de la tabiquería interna. 

Se consigue así adaptar el edificio para satisfacer un concepto espacial contemporáneo y las necesidades de un nuevo programa que incluye el nuevo museo de la localidad, una galería de arte para talento reglano o invitados, y un salón multiusos con mobiliario ligero plegable que permite acoger lo mismo proyecciones de audiovisuales, que representaciones danzarias, teatrales, bailes o fiestas. 

Vista de acceso al antiguo círculo infantil.
Museo.
Museo.
Galería.
Heladería. Como mobiliario se propone la silla BERTA y la mesa MELINDA.
Heladería.
Heladería. Nuestras rejas ilustradas, al fondo, como elemento gráfico ya muy distintivo de Proyecto Espacios.
Salón multiusos.

Como complemento a estos espacios se proyectan áreas de servicio gastronómico como un café literario, heladería, cafetería y bar.

Café Literario.
Café Literario
El Bar Mirador.
Estructura del mirador que permitirá unas vistas inmejorables de Regla y del litoral habanero.
Lo que veríamos desde el Mirador de la Colina Lenin. Más allá de lo inmediato, sobre el horizonte, La Habana.

El recorrido por todo el Centro La Colina es articulado y predominan en él los recursos paisajísticos. El mirador hacia la bahía y la ciudad se encuentra al final de este recorrido.

Para resaltar la actividad de mirador se propone levantar una torre de estructura metálica como elemento auxiliar a la plataforma del mirador natural que constituye la propia Colina Lenin.

El mirador podría ser la guinda que estimule la llegada hasta aquí de visitantes cubanos o extranjeros, deseosos de conseguir unas imágenes panorámicas muy especiales, tanto de Regla como del resto de la ciudad, icónica ya por su litoral.

El conjunto de estas acciones, a las que estos espacios, todavía imaginados, corresponden, podrían significar una importante contribución al bienestar de los pobladores de esta villa, cuya historia y cultura son un orgullo habanero y de toda Cuba. Sea, pues, su suerte, la de llegar a existir.

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